Es indudable el poder que han alcanzado las nuevas tecnologías en la vida cotidiana, se han convertido en el medio de contacto y relacionamiento global intangibles. Por algo se les llama las nuevas formas de relacionamiento del siglo XXI, ya que incluso tomó protagonismo en una nueva forma de conseguir pareja, amistades y en general, acceder y conocer gente de todo tipo de cultura.
No obstante, esta explosión digital y las Apps de citas también suponen la aparición de muchos hábitos en las experiencias socio/afectivas inadecuadas. Uno de ellos, es el ghosting, la epidemia del siglo 21, donde de repente se están formando nuevos lazos, y de pronto una de las partes corta con la otra sin previo aviso e inexplicablemente.
Si estás en esta onda, y no deseas pasar por esa mala experiencia, te conviene leer este blog post, y sepas por qué el ghosting como nueva práctica en relacionamiento humano presenta esta situación extraña, en qué consiste, su origen, cómo detectarlo y por qué evitarlo. No dejes que te corten repentinamente.
¿Qué es el ghosting?
El ghosting puede definirse como el corte y bloqueo abrupto por parte de una persona, que se suponía estaba a gusto con otra, y que sin embargo, de manera drástica y sin explicación corta todo tipo de comunicación con la otra. Deja de contestar el Whatsapp, mensajes o llamadas, es decir, desaparece de las redes sociales.
El término sajón, se puede traducir como hacerse el fantasma, de allí su asociación. Una molesta práctica, pues el ghosting puede afectar todo tipo de relaciones, sean incipientes o vínculos románticos más intensos y estables. Significa que una persona puede resultar ghosteada por su media naranja, crush, etc, sin preaviso y sin motivos.
Y es que cuando se está en una relación en donde predomina lo intangible, nadie espera que le dejen de hablar sin ningún motivo aparente y sin explicación. Y de haber una ilusión más seria, conlleva a la decepción, siendo inevitable sentirse mal.
El origen de la palabra
En cuanto al origen del término ghosting, este se inspiró en la exitosa película Ghost, que significa fantasma, donde la trama central giró en torno al título de la cinta, la sombra del amor, fantasma del amor o más allá del amor, rodada en 1990, protagonizada por Demi Moore y Patrick Swayze.
Sin embargo, nació como ghosting comenzando el año 2000, y para la segunda década se conoció formalmente el incremento del ghosting como tendencia, nacida de las celebridades de Hollywood. En esta etapa se atribuyó al uso masivo de las redes sociales y aplicaciones de citas online.
Su máximo auge fue en el 2015 cuando se refirió en numerosos artículos de prensa, la inexplicable disolución o corte de relaciones de reconocidas celebridades.
Fue entonces, cuando comenzó realmente a usarse para asociar este tipo de relaciones. De hecho, en ese año se reconoció como nuevo término en el Collins English Dictionary, siendo objeto de numerosos artículos y controversias acerca de citas y relaciones en diversos medios.
¿Cómo detectar el ghosting?
En el universo de las relaciones no físicas resulta más difícil describir ciertos alertas o señales de inconformidad o sinceridad de la otra persona. No obstante, el ghosting puede suceder en diversas situaciones y distintos tipos de personas, pese a lo cual, se pueden detectar ciertos comportamientos y contextos que dejan saber una situación de ghosting.
Interrupción de todas las formas de contacto
La primera señal de percibir el ghosting es cuando la otra parte desaparece totalmente de los medios habituales. Se interrumpen todos los canales cotidianos de contacto, no se logra ubicar, no responde llamadas, no contesta mensajes, etc.
Es decir, la persona sólo desaparece, deja de comunicarse sin manifestar algún disgusto, problema o cualquier otro motivo de insatisfacción con la relación, encuadrando muy bien con el término fantasma.
La exclusión en las redes sociales
Adicional al corte repentino de toda forma de contacto, viene la exclusión en las redes sociales. En este caso, si la tecnología propicia el contacto y contribuye efectivamente a acercar personas, en el ghosting una de las partes puede interrumpir las conexiones.
Para lo cual, deshace la amistad en Facebook, deja de seguir en Twitter e Instagram, bloquea la dirección de correo y contacto en WhatsApp, elimina fotos del otro(a) publicadas en cualquier medio.
No explica el motivo de la desaparición
De este modo, con la desaparición brusca de la otra persona y respectivo corte de toda forma de contacto, queda clara la intención, pues esto anula cualquier posibilidad de indagar el motivo. Pues, la persona abandonada se queda sin saber qué pasó o qué llevó a término la relación, dejando un sabor amargo.
Miedo a las relaciones serias o al rechazo
Es frecuente observar que las personas que presentan problemas o limitaciones para establecer relaciones serias o tienen miedo al rechazo, son fáciles de caer en el ghosting. Cuando sienten que la relación no va muy bien o piensan que el otro va a terminarla, sólo optan por desaparecer.
En teoría, adoptando esta posición, evitan hacer frente a la situación, esconder el temor a ser rechazados, o a asumir más compromiso. Por tanto, prefieren terminar la relación antes de que sea la otra parte quien dé el primer paso.
También está otro sector, habituados a relaciones o compromisos superficiales y, cuando llega el momento de comprometerse con un noviazgo, compromiso y matrimonio, se asustan y prefieren dar término a la relación antes de que sea más seria y profunda.
¿Por qué no deberías practicar el Ghosting?
La respuesta a la interrogante es simple, toda persona cuando está en una relación merece una explicación ante un eventual abandono, y no simplemente desaparecer como un fantasma o ghosting. Y aunque ciertamente, existen distintas maneras de terminar una relación, lo más sano es dar la cara.
Sin embargo, se observa como el ghosting comienza a tomar espacio y convertirse en una práctica común, donde seguramente, se deba al protagonismo de la tecnología como agente que ha modificado la forma de relacionamiento del ser humano.
La seriedad y buena acción no debería cambiar la forma de ser de una persona, de lo que se infiere, que si un sujeto es mal educado, egocéntrico y egoísta, las redes o Apps de citas acentúan estos rasgos. Mientras que una persona educada, actúa de la misma manera en las redes, debiendo reconocer sin embargo que el anonimato favorece conductas que nunca se mostrarían cara a cara, eso también hay que decirlo.
De tal forma, que cualquier persona puede hacer ghosting. Supone más un tema de forma que de género. Suele acusar por lo general al hombre de hacerlo, pero las damas también lo practican. Ello gracias a las nuevas formas de comunicación que facilita el internet como principal protagonista, donde nadie escapa del peligro de las redes de ser desnaturalizado.
Donde cada vez más, las personas se virtualiza, la comunicación hacia el exterior se virtualiza, las relaciones se virtualizan pues, la técnica resulta atractiva, práctica y cómoda. Pero es una modalidad que no debe adoptarse como un mecanismo de defensa frente a una potencial ruptura, pues toda persona merece sinceridad y honestidad frontal.