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Emociones, cómo y por qué se producen

Las emociones siempre han sido objeto de estudio por el interés de descubrir cómo y por qué comandan la vida del hombre. De allí que las emociones, cómo y por qué se producen, son actualmente el eje central de investigación, para tratar de develar el protagonismo y misterio que envuelven las emociones, y su relación con el aprendizaje, supervivencia, adaptación, comunicación, etc.

¿Qué son las emociones?

La concepción genérica de las emociones las plantea como manifestaciones fisiológicas, cognitivas y motores surgidos de valoraciones inconscientes o subconscientes ante determinados estímulos o contextos (recuerdos, lugares, sucesos, personas, etc), relacionados estrechamente con objetivos individuales en un momento en particular.

Las emociones, por su esencia, son universales e inherentes a cualquier sociedad. Y al mismo tiempo, sus distintas expresiones poseen rasgos conductuales similares en todas las personas.

Todas las definiciones de las emociones coinciden en que son manifestaciones casi idénticas en todas las personas, para expresar básicamente: alegría, tristeza, ansiedad, miedo, ira, etc; y aunque todos las conocen, no dejan de ser complejas. 

Su misterio radica en la capacidad de respuesta distinta ante una misma emoción por cada persona, puesto que aunque ciertamente, todas han experimentado ansiedad o nerviosismo, no todos tienen la misma capacidad para gestionar esas emociones de la misma manera, pudiendo bloquearse o incluso enfermar. 

Por qué se producen

Como bien se indicó, las emociones surgen como respuesta ante ciertas circunstancias o eventos de la vida. Muchas de estas reacciones se pueden identificar con relativa facilidad, ya que suelen presentarse en la cotidianidad de todo ser humano:

  • Temor a la muerte o amenaza: la primera reacción es huir, mantenerse alerta o paralizarse.
  • Confrontar intereses con semejantes: la reacción habitual es ira o enojo.
  • Pérdida de un ser querido: se reacciona con tristeza, o bien empatizar con las personas que apoyan.
  • Celebrar el éxito o el amor: la reacción general es la alegría.
  • Esfuerzo ante un desafío: se reacciona con satisfacción y alegría.
  • Prestar ayuda a otros: la reacción es rápida y altruista, aun arriesgando la propia seguridad.

Es decir, la actividad emocional se produce en el organismo como respuesta a situaciones externas o internas, según la percepción individual o significado de dicho evento para la persona. Por cuanto, una situación importante para alguien puede ser irrelevante para otra, teniendo por tanto, un significado positivo o no. 

Para ilustrar lo anterior, nada mejor que el campo laboral, donde una nueva actividad puede ser un reto o estímulo que activa emociones positivas para unos, para otros en cambio, podría generar emociones adversas o indiferentes.

En este sentido, a criterio de algunos autores, las características estables de una persona, así como su temperamento personal, son influencia de su componente genético que puede impactar en sus sentimientos. 

En general, las emociones suelen ser perdurar, ser intensas y dirigirse a objetos o eventos específicos, es decir, las emociones siempre responden a algo, sea en el campo laboral o personal.

Tipos de emociones

Realmente, no se pueden precisar los tipos de emociones existentes, ello en razón que son numerosas las teorías que tratan de tipificar las emociones humanas. Algunos expertos sostienen que existen 6 primarias y universales a lo largo de las culturas humanas: 

  • Miedo.
  • Asco.
  • Enfado.
  • Sorpresa.
  • Felicidad.
  • Tristeza.

En 1999, la lista anterior incluyó otro conjunto de emociones básicas referidas a: 

  • Vergüenza.
  • Excitación.
  • Desprecio.
  • Orgullo.
  • Satisfacción.
  • Diversión.

Otras clasificaciones se refieren a la llamada rueda de las emociones. En cuyo enunciado se intenta demostrar la forma cómo las diferentes emociones se pueden combinar, al igual que un artista mezcla su paleta cromática primaria para generar otros tonos. Esta combinación presenta emociones contrapuestas:

  • Alegría frente a tristeza.
  • Ira frente al miedo.
  • Confianza frente a disgusto.
  • Sorpresa frente a la anticipación.

Dichas emociones, efectivamente se pueden combinar en un abanico de formas. Donde la felicidad y la anticipación pueden llevar al optimismo.

Papel de las emociones

El papel de las emociones en la vida humana es fundamental, ya que intervienen principalmente en su supervivencia como ser racional, así como en el mantenimiento de la especie, relacionamiento social y comunicación con el resto.

Igualmente, juegan un rol como factor motivacional que condiciona la repetición continua en la conducta, relacionada con emociones positivas.

Algunos autores sostienen que la emoción es un proceso componencial, es decir, está presente en los episodios de cambios interrelacionados y sincronizados en el estado de todos, o buena parte de los 5 subsistemas orgánicos, como respuesta a la evaluación de estímulos externos e internos como suceso importante para los principales intereses del organismo.

Esto significa, que las emociones se presentan para responder organizadamente a ciertos acontecimientos externos o internos, como pensamiento, imagen, conducta, entre otros. Toda emoción no es inerte, se mueve e interactúa con el mundo.

Las emociones, entonces, representan la identidad de la persona, donde nada de lo que ocurra en la mente se produce sin filtro emocional. Las emociones en general guardan relación íntima con los procesos cognitivos y de aprendizaje.

Todo lo que perciban los sentidos será analizado en una primera fase, en áreas específicas del cerebro. Luego pasará al filtro emocional, donde tales percepciones sensoriales se clasifican como buenas o malas, feas, interesantes o neutras. 

¿Cuáles son los componentes de la emoción?

Cada sentimiento genera una emoción, esta se asocia a alguna modificación fisiológica, cognitiva y/o motora en quien la experimenta. De allí surgen los procesos orgánicos, mismos que participan por sinergia e integrados a la experiencia emocional.

Partiendo de tales sistemas participantes, sumado al desarrollo de los procesos y de las funciones, se pueden identificar 5 componentes generales de las emociones:

  • Cognitivo: se relaciona al procesamiento de la información, donde el substrato orgánico corresponde al sistema nervioso central. Su tarea principal es evaluar los eventos, objetos o situaciones presentados al organismo.
  • Neurofisiológico: cumple una función regulatoria de sistemas orgánicos, y dependen del sistema nervioso central, autónomo y neuroendocrino.
  • Motivacional: se relaciona con el sistema nervioso central, donde se acondiciona y apunta la acción o respuesta.
  • De expresión motora: actúa desde la acción del sistema nervioso somático, cuya tarea es comunicar acerca de la reacción e intenciones conductuales.
  • De sentimiento subjetivo: actúa desde el sistema nervioso central, es responsable de vigilar el interior del organismo, así como de interacción con el ambiente. Desde allí se generan los sentimientos.

Asimismo, para comprender mejor las emociones, a continuación se indican 3 elementos claves: 

La experiencia subjetiva: pese a la opinión experta sobre la existencia de 6 emociones primarias y globales, es decir, todas las personas las experimentan independientemente de su origen o cultura. También se cree que la experiencia de la emoción puede ser muy subjetiva.

Esto significa, que no todas las personas viven de manera pura las mismas emociones  ante acontecimientos o eventos similares de la vida.

La respuesta fisiológica: se trata de la misma sensación experimentada a nivel orgánico, como el caso de nudo en el estómago, o palpitaciones cardiacas ante eventos causantes de ansiedad o miedo. 

Los primeros estudios de la fisiología de las emociones se centran en respuestas autónomas, mientras que los estudios recientes, se centran en el papel del cerebro en las emociones.

La respuesta conductual: como último componente y más familiar, por ser la expresión real de la emoción; se debe al tiempo invertido en interpretar las emociones de las personas del entorno.

Se trata de la capacidad de entender con mayor precisión dichas expresiones, lo que guarda relación con la llamada inteligencia emocional, donde las emociones juegan un papel importante en el lenguaje corporal.