
Al momento de dar inicio a un vínculo amoroso, son muchas las expectativas que ambos tienen, ya que por lo general se pretende que perdure con el transcurso de los años, pues nadie busca enamorarse por unos días solamente. Sin embargo, con el paso del tiempo se puede caer en una relación tóxica, que suele ser difícil de identificar por lo que aquí le traemos los elementos para reconocerla.
¿Qué sucede con las relaciones amorosas?
Generalmente, cuando se encuentra esa química entre dos personas, la atracción es fuerte, permanente y dura unas cuantas semanas, ya que existe una ilusión mutua y la emoción de lo nuevo.
Sin embargo, con el paso del tiempo las relaciones suelen entrar a una etapa de costumbre, es decir, ya no existe esa misma emoción que se suscitó desde el principio y se ingresa a un periodo estancado, donde ya no hay razón para continuar conquistando al otro.
Es en este punto donde las parejas comienzan a tener problemas y rencillas, puesto que la etapa amorosa ya pasó y suelen estar ya cansados el uno del otro, cayendo en círculos de discordia y pelea debido a la falta de entendimiento.
Así, si no retoman el romanticismo y los detalles, muchas parejas deciden darse un tiempo o buscar otras opciones, mientras que algunos continúan dentro de ese círculo vicioso, dando pie a los malos tratos y el exceso de las malas actitudes.
Si se mantiene dicha situación, se suele caer dentro de lo que hoy en día se le conoce como relación tóxica, lo cual no es positivo para ninguno de los miembros ni las personas allegadas.
¿Qué es una relación tóxica?
Al hablar de una relación tóxica, se hace referencia a una situación de pareja donde básicamente son más los malos momentos que los buenos, es decir, se trata de un constante desacuerdo y hostilidad por parte de ambas personas.
De igual manera, se puede afirmar que una relación tóxica es aquella donde uno de sus dos integrantes es una víctima, se encuentra en un constante estado de decepción y tristeza porque el otro no lo entiende ni le demuestra amor suficiente.
Aunado a ello, por lo general un individuo no admite que se encuentra dentro de una relación tóxica, ya que no es capaz de aceptar que algo está mal con su pareja, sino por el contrario son los terceros quienes se dan cuenta de esta situación.
Cabe destacar que cuando alguien tiene una relación tóxica, en muchos casos no la quieren terminar, ya que se trata de un vínculo mantenido por años o bien porque sienten mucho amor o dependencia por el otro.
Sin embargo, existen ciertas señales que permiten identificar una relación tóxica, las cuales van a ayudar a que el individuo abra los ojos y decida dar fin a este lazo que ya no les genera bienestar ni gratos momentos, sino que más bien le ocasiona preocupaciones y desesperanza.
¿Por qué surgen las relaciones tóxicas?
Una relación tóxica se caracteriza porque el sufrimiento es una constante dentro del trato y la vida en pareja, esto es, que no existen momentos de felicidad plena para ninguna de las dos personas, o una sola de ellas que suele ser la víctima.
Los motivos que impulsan a que una relación se vuelva tóxica suelen ser diversos y dependen mucho de las características peculiares de la misma, tales como el tiempo de duración, el vínculo familiar y las creencias que tienen las personas, por lo que es difícil llegar a un motivo exacto.
Señales de una relación tóxica
Ahora bien, para identificar una relación tóxica es necesario prestar atención a diferentes señales, en aras de poder detectar el problema a tiempo y dar solución lo antes posible, ya que si este tipo de vínculo perdura por muchos días, se puede llegar a consecuencias incluso fatales.
En este orden de ideas, existen ocho aspectos o señales presentes en todas las relaciones tóxicas, que ayudan a sus miembros y a las demás personas a reconocer cuando se está en presencia de una de ellas; estos se indican a continuación.
No puede ser usted mismo
Una de las características de una relación tóxica es que uno de sus miembros no puede ser sí mismo, por miedo a lo que le va a decir su pareja o a la manera en que va a reaccionar, por lo que guardan un aspecto de sumisión.
Debe andar con cuidado
Cuando se vive una relación tóxica, uno de los miembros debe andar siempre con cuidado, para no perjudicar o afectar a su pareja que es demasiado sensible, o bien porque cualquier actitud le puede alterar su estado de ánimo inmediatamente.
Se aíslan
Otra característica de las relaciones tóxicas es que sus miembros suelen ser personas aisladas, ya que temen relacionarse con amigos del mismo sexo por miedo a la reacción de su pareja, ya que le puede molestar.
No puede hablar de lo que le importa
Un miembro de una relación tóxica suele ser reservado y con frecuencia no habla de las cosas que realmente le importan, pues su pareja no le da la debida importancia y, en consecuencia, se vuelven sumisos.
Siempre discuten
Debido a que las relaciones tóxicas se caracterizan porque predominan los malos momentos sobre los buenos, una señal es que la pareja siempre está discutiendo, por cosas mínimas y otras mayores, pero es una constante verlos pelear.
Siempre hay culpable
Gracias a que la pareja siempre está discutiendo, evidentemente va a existir un culpable de todas esas peleas, quien es considerada la víctima de la relación tóxica y, en consecuencia, sufre la mayor parte del tiempo las descargas del otro.
Se excusa a la pareja con las demás personas
Otra señal de que se está en presencia de una relación tóxica, es que quien más sufre suele justificar a su pareja frente a los demás, es decir, lo disculpa en todo y admite la culpa de las situaciones hostiles por las que pasa.